¿En que momento la tormenta fue tan fuerte para sacarme del
camino y dejarme en un lugar tan oscuro y sin salida palpable? ¿En que momento
tomé tan malas desiciones para encontrarme asfixiado por mis pasos?
Todo lleno de bienvenidas dudosas y adioses de esos que te
desgarran el alma. De relojes eternos e ideas macabras. Asesinando las agujas
en bostezos y vicios mortales. Una balacera crónica que impacta sin errores
directo al corazón.
No pretendo respetar ningún formato, ni seguir ninguna
técnica y mucho menos caer en el metaforísmo inentendible. Solo busco auxilio
en el enemigo… en mi mismo.
Genio de la fantasía y pésimo realizador… que condena tan
suicida para una sola vida.